lunes, 9 de septiembre de 2019

Incendiaste mi vida

Apareciste en mi vida sin previo aviso, la revolucionaste y te pusiste cómodo en ella. Te dejé campar por ella a tus anchas y sembrar el caos en mi día a día, te di el combustible necesario para incendiar todos mis cimientos y te di una parte de mí que ni sabía que existía. Juntos construimos un castillo de naipes que terminó por desmoronarse tal y como llegaste, sin darme cuenta. Fuimos sin ser, estuvimos sin estar... Y ahora ya no sé ni qué coño soy.  

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