Casiopea nos mira desde su trono en el firmamento estrellado, majestuosa y brillante, con una sonrisa fría en ese hermoso rostro. Las estrellas cuentan que, cuando nadie la mira, llora lágrimas de impotencia por saberse olvidada en esta sociedad, pero ella, orgullosa como siempre, lo negará hasta el final de sus días. Pero Selene siempre anda cerca para hacerle compañía, aunque desaparezca de vez en cuando, la acuna cuando Morfeo le niega su abrazo, y a nosotros cuando nos sentimos solos.
jueves, 17 de diciembre de 2020
No estamos solos
Casiopea nos mira desde su trono en el firmamento estrellado, majestuosa y brillante, con una sonrisa fría en ese hermoso rostro. Las estrellas cuentan que, cuando nadie la mira, llora lágrimas de impotencia por saberse olvidada en esta sociedad, pero ella, orgullosa como siempre, lo negará hasta el final de sus días. Pero Selene siempre anda cerca para hacerle compañía, aunque desaparezca de vez en cuando, la acuna cuando Morfeo le niega su abrazo, y a nosotros cuando nos sentimos solos.
jueves, 26 de noviembre de 2020
Te perdono por no volver
Hace más de un año de aquella noche. El olor a verano inundaba el ambiente. Las cervezas sabían a una libertad especial que solo nosotros podíamos entender. La música sonaba y nosotros, como dos ilusos, caímos en los brazos del otro bailando. Ahí comenzó todo. Con una sencilla canción una noche de verano.
jueves, 8 de octubre de 2020
Daños colaterales
domingo, 20 de septiembre de 2020
Podríamos serlo todo
miércoles, 26 de agosto de 2020
De ojalás no se puede vivir
Los días pasaban y las circunstancias nos alejaban. En el fondo sabía que no ibas a volver, pero cuando me lo dijiste algo dentro de mí se rompió. Ojalá todo hubiese sido diferente entre nosotros. Ojalá tu futuro no estuviese en otra ciudad. Ojalá no hubiera habido una puñetera pandemia entre nosotros. Pero de ojalás no se puede vivir.
Muy probablemente no nos volvamos a ver, pero quiero que sepas que siempre te recordaré con una sonrisa. Apareciste cuando más lo necesitaba y, sin saberlo, reconstruiste una parte de mí que llevaba tiempo rota y me hiciste volver creer en cuentos de hadas y finales felices, despertando mariposas que llevaban mucho tiempo aletargadas.
Si pudiese volver a atrás, volvería a aquel momento que intentamos hacer infinito, postergando indefinidamente la alarma del despertador, sin querer irnos de nuestra pequeña burbuja. Desde ese día, despertarse no es tan gratificante si tú no estás.