¿Qué hubiese pasado si te hubiera dicho que sí? ¿Seguiríamos juntos o, por el contrario, nuestros caminos se hubiesen separado irrevocablemente como dos ríos que desembocan en océanos distintos? ¿Crees que hubiésemos sido felices, que hubiese merecido la pena?
Últimamente por mi mente solo rondan dos palabras: y si... Si te hubiese dicho que sí, quizás ahora estaríamos viajando en busca de ciudades en las que perdernos, para luego encontrarnos en caricias bajo la lluvia o en besos robados en bares de mala muerte.
Quizás mis poemas versarían sobre nosotros, sobre cómo me sorprendiste con un cachorro en Navidad o sobre cómo robaste mi aliento cuando nuestros ojos se encontraron por primera vez.
Quizás e y si van de la mano, al menos en mi caso. Posibilidades que pudieron ser y no fueron, pero que permitieron que otras fuesen lo que son.
¿Me arrepiento de no haberte dicho que sí? No lo sé, quizás. ¿Te arrepientes tú de haber aceptado mi no y no haber luchado por lo que podríamos haber sido, o eres feliz? Espero que seas feliz, siempre te has merecido ser feliz. Aunque quizás podríamos haber sido más felices juntos, ¿no crees?
Quizás, si algún día nos volvemos a ver, te diga que sí, aunque sea ya sea tarde.