A veces, y solo a veces, me permito pensar en ti, en nosotros y lo que fuimos. Nunca mucho rato, eso sí, porque termina doliendo y, seamos sinceros, mi corazón ya ha sufrido bastante. Pero en esos momentos en los que pienso en ti, por un instante se me olvida todo lo malo que hiciste, que te hice y que nos hicimos.
Por un momento siento que puedo volver a respirar y a pensar con claridad. Fuimos grandes, fuimos increíbles, pero fuimos, en pasado. No hay más capítulos en nuestra historia ni un seremos en el futuro, solo quedan un montón de recuerdos entretejidos en nosotros y la sensación de haber sido invencibles, de poder desatar una tormenta y sobrevivir al naufragio. Porque nosotros fuimos así, catástrofes con ganas de guerra, y, como tales, destrozamos todo a nuestro alrededor, hasta a nosotros mismos.
La fase de recuperación no fue fácil, pero la de olvido es peor. ¿Cómo olvidar el apocalipsis que causaste en mi vida? Por eso solo pienso en ti a veces, porque si pensase más en ti serías como una réplica de un terremoto y destrozarías todo lo que he logrado construir. Pero no me permito olvidar que soy una superviviente, si sobreviví a nosotros, podré sobrevivir sin ti.