martes, 2 de agosto de 2016

Constelaciones en la piel

No puedo evitar acordarme de ella cada verano, de su forma de caminar, con pasos cortos y rápidos, casi sin tocar el suelo. Recuerdo su olor a sal y su sabor a limón, como si fuese el mejor chupito de tequila que fuese a probar en mi vida. Es imposible olvidar las constelaciones que pintaba en mi espalda y su sonrisa a medianoche. 
Y aquí estoy yo, soñando con aquella chica de verano que me tatuó el corazón con fuego y a base de besos, otra vez. Quise atraparla  entre mis brazos y no soltarte, pero desapareciste entre las olas un amanecer. Una chica como esa es difícil de encontrar y más aún de olvidar.

4 comentarios:

Miss Poessía dijo...

¡Qué preciosidad de texto, Eme! ♥ Me encantó lo de «como si fuese el mejor chupito de tequila que fuese a probar en mi vida». Hay personas así, que aparecen de pronto en nuestras vidas y hacen que nos volvamos más adictas a ellas de lo que cualquier tipo de alcohol podría lograr. Muy bonito, de verdad, ha sido un placer regresar a este bello rinconcito de palabras.
¡Un gran abrazo, guapa, sé muy feliz!

18 susurros del viento dijo...

Difícil de encontrar e imposible de atrapar... Qué suerte la tuya, alégrate de haberlo vivido!
Un beso veraniego con mucha sal:)

Bru dijo...

Soy nueva en blogger, y entre tantos blog que he revisado, encontré el tuyo.
Que lindo sentir todas esas sensaciones juntas, hace cuantos nos las siento!, mejor haberlo disfruta y tenido, en vez de que sea inexistente.
Saludos y te sigo!

Elendilae dijo...

A las personas que nos han hecho ser una mejor versión de nosotros mismos, aunque luego se vayan, creo que nunca hay que olvidar. De todo se aprende, aunque duela.

Un besito