Necesité una mirada para querer más. Tus ojos grises, como una tormenta a punto de estallar, ocultaban mil misterios que yo quería desesperadamente descifrar.
Necesité una sonrisa para que mi corazón se descongelase. Y es que estoy convencida de que, si sonrieses al Polo Norte, este se derretiría más rápido.
Necesité una caricia para olvidar hasta mi nombre. Porque tú siempre tuviste ese poder.
Necesité un beso para ser adicta a ti. Dicen que una vez que te sientes invencible, buscas esa sensación constantemente, y así es como me siento cuando tú estás a mi lado. Invencible. Juntos.
Porque sí, tú eres mi adicción y yo soy esa que siempre va en busca de más para no sentir el suelo.
4 comentarios:
Que bonito escribes!! Besotes..
Debe ser la perfección personificada.
Toda una proeza derretir el Polo Norte con solo una sonrisa, o cautivarte a ti (con tu intelectualidad) no lo hace cualquiera.
¡PASA UN BUEN VERANO!
¡SALUDOS!
me has encantado con tus palabras
Qué bonita sensación... dan ganas de perderse para siempre en esa "invencibilidad".
Un besito
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