jueves, 7 de diciembre de 2017

Momentos eternos

¿Nunca has deseado que un momento se haga eterno? ¿Que las manecillas del reloj se detengan indefinidamente para poder bucear en ese momento un poco más? Eso es lo que siento ahora mismo, el deseo de parar el mundo por estar viviendo en un momento eterno constante. Es como estar dentro de un sueño del que no quiero despertar, pero del cual sé que lo haré, tarde o temprano.
Todo ocurre a cámara lenta, pero, a la vez, en un parpadeo. El tiempo es relativo, los minutos y las horas dejan de importar. Solo se cuenta el tiempo en experiencias, en momentos imborrables. Lo único que importa es el aquí y ahora, el carpe diem, el ahora o nunca.

sábado, 25 de noviembre de 2017

¿Hablas de mí con tus amigos?

Hemos llegado a un punto en el que mis amigas te conocen casi tan bien como yo, de tanto que hablo de ti. Saben que se te arrugan los ojos cuando sonríes de verdad, que aunque parezca mentira eres un gran bailarín, que odias la canela y que no eres un gran fan de los gatos. ¿Y tú, hablas de mí con tus amigos? ¿Les has dicho que tengo una cicatriz en forma de corazón en la mano, que tengo un miedo atroz a las palomas o que sueño con escribir algo que tenga relevancia? ¿Saben siquiera que existo? Ten cuidado con la respuesta que me vayas a dar, porque aunque digan que las palabras se las lleva el viento, las tuyas se me quedan grabadas a fuego en el alma.

martes, 24 de octubre de 2017

Hasta en condicional

Como dice Beret hay muchos con quien estar pero no con quien ser. Pero es que yo quiero ser y estar contigo, en pasado, presente y futuro. Me da igual si es en conjuntivo o subjuntivo, quiero que seamos hasta en condicional, pero solo si es contigo.

sábado, 30 de septiembre de 2017

No quiero hacerte el amor a oscuras nunca más

No quiero hacer el amor a oscuras nunca más, no si es contigo. Quiero ver cómo la luz del sol acaricia tu espalda desnuda, tus piernas sin fin. No deseo perderme el modo en el que me miras y me lo dices todo sin palabras, el modo en el que tus ojos cuentan historias y prometen aventuras inolvidables. No quiero que la oscuridad me oculte nada de ti, ni siquiera esa cicatriz que dices odiar, porque, aunque tú te creas imperfecta, para mí no hay nadie más perfecto que tú, sobretodo cuando estás en mi cama. No quiero perderme nada de ti, pero sí en ti. Quiero hacerte olvidar el paso de las horas, quiero que vivas en el presente donde solo somos tú y yo, todos los días. Simplemente quiero que, el resto de nuestras vidas sea así, tú, yo y mi cama, creando un microuniverso de caricias interminables y palabras susurradas a media voz.